De nuevo me planto delante de la pantalla del ordenador con intenciones de continuar esta vitácora. Parezco el capitán Kirk, perdido el Enterprise en el espacio sideral y con ninguna gana de pelearse con los Klingon.
Intentaré meter en el blog las recetas que voy haciendo en casa, tengo ya unas cuantas debidamente documentadas con fotografías y recetas, así que quizás sea interesante de visitar por los amiguetes.
Nunca he sabido callarme. Ni debajo del agua ni ante el pelotón de fusilamiento, así que me pongo a escribir para desahogar tanto cabreo ante una realidad alucinógena y desquiciante.
Si alguno se siente ofendido, lo siento, pero uno ya tiene unos años y una experiencia donde lo políticamente correcto le importa un bledo y además, le parece contraproducente.